sábado, 4 de febrero de 2023

Riesgo Latente

 

En la actualidad el mundo sufre de una pandemía silente que ha afectado a millones de personas en el mundo sin distinción de raza, creencia o condición social que se ha recrudecido en los últimos años en diferentes países debido a la problemática de la economía mundial principalmente en continentes en los cuales sufren de un sub-desarrollo en su población. Ahora bien, debido a este sub-desarrollo las personas no cuentan con un sistema de salud adecuado que les brinden la atención a este problema; aunado a esto, la mala información de cómo combatir y protegerse de este virus mortal que ha cobrado la vida de muchos en situación de riesgo por su situación económica.

Ahora bien, muchos no saben que el V. I. H. (Virus de Inmunodeficiencia Humana) es el virus que causa el S.I.D.A. (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida). Este virus ataca el sistema de defensas de la persona, debilita su cuerpo en su lucha contra enfermedades y lo hace más vulnerable a contraer infecciones y/o padecer algún tipo de canceres, algunos de cuales ponen en peligro la vida. Si la persona que vive con el V.I.H. no sigue el tratamiento recomendado por los médicos corre el riesgo su vida. 

Sin embargo, pocos conocen la diferencia entre el V.I.H. y el S.I.D.A. ya que no todas las personas que viven con V.I.H. tienen S.I.D.A., sin embargo, todas las personas que tienen  S.I.D.A se han infectado previamente con el V.I.H. ya que este se transmite de una persona a otra, cuando entra a nuestro cuerpo empieza a multiplicarse y destruye las defensa del mismo. La infección del V.I.H. es permanente y puede ser transmitida a otros.

En cambio, el S.I.D.A. es un conjunto de síntomas que se produce cuando la infección por el V.I.H. ha dañado gravemente el sistema inmunológico de la persona y se caracteriza por la manifestación clínica – signos o síntomas de la infección oportunista (neumonía, hepatitis, cáncer) se desarrolla en la mayoría de las personas siete o diez años después de haberse infectado con el V.I.H., en caso de no recibir los medicamentos antiretrovirales.

Cabe señalar, que la única forma de saber si alguien vive con V.I.H.  es realizándose una prueba llamada ELISA para V.I.H. , en el caso de que resulte positiva, se realiza una segunda, y si resulta también positiva, es necesario realizar una prueba confirmaría llamada WESTERNBLOT.

De hecho, una persona que vive con el V.I.H. puede verse y sentirse sana, pero puede transmitir el virus a otras personas, si no se adoptan las medidas preventivas necesarias para su
cuidado.

En otro orden de ideas, el V.I.H. se transmite a través de 5 fluidos corporales: sangre, semen, líquido seminal, flujo vaginal y leche materna, cuando estos penetran el torrente sanguíneo a través de heridas y mucosas. De aquí que existan tres modos de transmisión:

  Ø  Sexual: al tener relaciones sexuales penetrativas e inclusive orales con una persona infectada, sin utilizar el condón de látex.

   Ø  Sanguínea: lo cual puede ocurrir, durante practicas medicas con higiene inadecuada al recibir transfusiones sanguíneas, trasplante de órganos no examinados previamente por la dirección de virus, al hacer tatuajes sin las medidas sanitarias correspondientes, compartir jeringas o agujas para el consumo de sustancias.

 Ø  Transmisión materno infantil: que es la que ocurre de la madre infectada con V.I.H.  a su bebé durante el embarazo, parto o lactancia materna.

De hecho, hay maneras de no contagiarse del V.I.H. y es de suma importancia conocerlas para evitar contraer el virus que causa el S.I.D.A.:

  •  Abrazar, tocar, saludar, acariciar o estar al lado de una persona con V.I.H.
  •  Lágrimas, sudor, estornudos o tos.
  • Donar sangre o cuando se sacan sangre para examinarla. Las agujas se usan una sola vez y se destruyen.
  • Compartir bebidas, cubiertos o utensilios, vasos, platos, o al comer alimentos preparados por una persona con el V.I.H.
  •  Compartir el agua de las piscinas, bañeras, duchas, la tapa o el asiento de las pocetas o las fuentes de agua.
  •   Picaduras de mosquitos u otros insectos.

También debemos seguir algunas recomendaciones para evitar la transmisión por vía sexual: el uso de preservativos disminuye notablemente la posibilidad de contraer una infección de transmisión sexual incluyendo el V.I.H. si se usa adecuadamente y desde el inicio de la actividad sexual, acordar la forma de cuidado, protección y el método antes de empezar la relación sexual, una relación monógama con una persona de la que se sabe que no ha contenido ninguna infección de transmisión sexual o V.I.H.  es una opción.


En conclusión, si nos infectamos de con el virus debemos solicitar asesoría y la prueba voluntaria de V.I.H. en los hospitales públicos y ambulatorios ya que es gratuita. Del mismo modo, si observamos algún tumor asociado a las formas de transmisión. Así mismo, tomar las previsiones necesarias antes del inicio de la actividad sexual informándonos sobre la salud sexual y V.I.H., seleccionar y utilizar preservativos que disminuyen la probabilidad de contagio, conocer las condiciones de salud sexual de la pareja, evitar situaciones de riesgo y evitar múltiples parejas.

Si seguimos estas recomendaciones podremos reducir al mínimo el contagio del V.I.H. u otra infección que ponga en riesgo nuestra salud o de nuestros familiares. 

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